15 Sep Los bombardeos aéreos en el coll de Balaguer (Tarragona)
La Guerra Civil española se convirtió en el banco de pruebas de una de las armas que más evolucionó durante el conflicto: la aviación; pudiendo hablar a partir de esta guerra de un antes y un después tanto en técnicas y tácticas empleadas así como en diseño y construcción de aviones. La totalidad de los aviones que participaron en la Guerra Civil por parte de ambos bandos eran extranjeros: por parte de los republicanos sobre todo franceses y rusos, (especialmente de esta última nacionalidad); e italianos y alemanes por parte del bando sublevado.
La aviación franquista, aprovechando las bases que estableció en Mallorca, situada en la retaguardia republicana, bombardeó sistemáticamente las diferentes ciudades catalanas. Los bombardeos buscaban básicamente dos objetivos principales: destruir las redes de comunicaciones y suministros republicana (estaciones de ferrocarril y vía férrea, depósitos de combustible, fábricas, puertos, carreteras, etc …); y la propia desmoralización de la población. Ésta aviación del bando sublevado estaba compuesta por tres aviaciones diferentes que generalmente no estaban coordinadas unas con otras y que actuaban con total independencia, diferenciándose entre ellas la Aviación Legionaria italiana, la Legión Cóndor alemana y la Aviación Nacional de los propios sublevados, siendo diferentes los objetivos de cada una de ellas.
Aviones italianos sobrevolando el Cabo de Salou
El coll de Balaguer y sobre todo L’Hospitalet de l’Infant también tuvieron que sufrir igual que muchas poblaciones catalanas la destrucción y el miedo que provocaban los ataques aéreos. En concreto, la comarca del Baix Camp tuvo que sufrir un total de 264 ataques aéreos, 58 de los cuales fueron directamente contra las poblaciones del actual término municipal de L’Hospitalet de l’Infant. El primero de estos ataques aéreos fue realizado el día 19 de julio de 1937 a las 21:20 horas y protagonizado por tres Savoia S-81 italianos, provocando tres víctimas mortales; mientras que el último ataque aéreo fue protagonizado por un solo hidroavión Heinkel He-59 de la Legión Cóndor el día 8 de enero de 1939 a las 12:10 horas, sin causar víctimas.
La importancia estratégica que tuvo el coll de Balaguer no pasó desapercibida para la aviación franquista y el mismo coll de Balaguer fue atacado 21 veces a lo largo de la guerra. De estos ataques, sólo dos fueron protagonizados en 1937 (ambos en el mes de diciembre); uno más en enero (bombardeo del apeadero de Vandellòs); y cuatro a comienzos de 1939 (entre los días 6 y 8 de enero). El resto de ataques fueron realizados todos durante el año 1938, intensificándose sobre todo entre los días 13 y 22 de abril del mismo año, cuando el coll de Balaguer tuvo que sufrir un total de 9 bombardeos, siendo el objetivo principal la batería de costa sur.
Bombardeo de la batería de costa sur
El resto de bombardeos aéreos se centraron en L’Hospitalet de l’Infant, excepto algunos bombardeos realizados en las afueras (vía del ferrocarril en la Almadrava, carretera de El Palmar, carretera de Montbrió del Camp, etc.); siendo el objetivo principal la estación de ferrocarril, que fue 13 veces bombardeada; o las vías de ferrocarril que fueron atacadas una decena de veces. Por su situación estratégica, la estación de ferrocarril de L’Hospitalet de l’Infant fue uno de los objetivos preferidos pues estaba situada en la intersección entre la carretera de Tarragona-Castellón y la carretera de Mora d’Ebre, una de las arterias más utilizadas para acceder al frente durante los meses que duró la Batalla del Ebro.
Respecto a los aparatos protagonistas de estos ataques aéreos, de los 58 bombardeos que tuvo que sufrir el actual término municipal de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, 18 ataques fueron protagonizados por la aviación italiana, (10 ataques por los Savoia S-81 y 8 por los Savoia S-79 ). En cambio, la aviación alemana protagonizó el grueso de los ataques aéreos, utilizando además hasta cuatro modelos de aparatos diferentes en sus bombardeos, aunque tres de ellos lo hicieron de manera testimonial (1 ataque el Heinkel He-111, 1 el Heinkel He-45 y 2 el Junkers Ju-52); siendo el auténtico protagonista el hidroavión Heinkel He-59 que llegó a realizar un total de 34 ataques aéreos. Esta totalidad de aviones, según los últimos estudios, tiraron sobre el actual término municipal un total de 587 bombas a lo largo de toda la guerra, provocando graves consecuencias tanto materiales como humanas y llegando a provocar un total de 27 heridos y 15 muertos[1] .
[1] ARNABAT, Ramon; ÍÑIGUEZ, David. Atac i Defensa a la Rereguarda. Els Bombardeigs franquistes a les comarques de Tarragona i les Terres de l’Ebre. 1936-1939.