15 Ene El Avispero de la Gloriosa en el Penedès
El territorio del Penedès se convirtió en un centro neurálgico de operaciones de la aviación de caza republicana ya que contó con un total de cuatro aeródromos, situados en un territorio cercano y en un radio de 10 km, lo que provocó que estos campos de aviación fueran conocidos como el Avispero de la Gloriosa. El nombre provenía a que debido al ruido de los aviones cuando despegaban y aterrizaban en estos aeródromos, recordaban un enjambre de avispas. Por su parte, la Gloriosa era el nombre con que se conocía a la aviación republicana.
El Penedès se convirtió desde finales del año 1937 y hasta principios de 1939 en el centro neurálgico de la aviación republicana gracias a sus cuatro aeródromos que se construyeron en el territorio.Estos estaban situados en los términos municipales de Santa Margarida i els Monjos, Sabanell-Torrelavit, Pacs-Vilobí en el Alt Penedès y en Santa Oliva, en el Baix Penedès.
Mapa de los aeródromos del Penedès
El aeródromo de Santa Margarida i els Monjos
Hacia finales de 1937 se construyó el primero de estos campos de aviación, el de Santa Margarida i els Monjos. Se construyó, con ayuda de mano de obra local, en medio de campos de viñedos y cereales, y contaba con tres pistas de entre 800 y 1.300 metros. También contaba con una cabina de mando que cambió su ubicación, un cuartel, Intendencia y taller de reparación (el Serral) y un cuerpo de Guardia (Mas Granell). Había un gran refugio contra bombas (el Serral), nueve refugios elementales y varias zanjas para protegerse de los ametrallamientos distribuidos por el perímetro del campo. Igualmente, en el municipio de Santa Margarida i els Monjos, también había salas de montaje de I-15 Polikarpov; dos de la SAF (La Margaridoia y Sociedad de Cal Rubió), un gran refugio contra bombas (Margaridoia), las oficinas y el almacén de la aviación (Can Carbonell) y la Prisión de aviadores franquista (Castillo de Penyafort). En los municipios de los alrededores estaban los alojamientos de los pilotos y mecánicos (L’Arboç, Vilafranca del Penedès, Pacs, Castellet y la Gornal).
Los otros tres aeródromos fueron construidos durante los primeros meses de 1938 y se convirtieron en uno de los epicentros que la aviación republicana utilizó durante las batallas del Ebro y del Segre, y posteriormente durante la campaña de Cataluña. Las unidades que ocuparon estos aeródromos eran sobre todo cazas rusos, los Polikarpov I-15 y I-16 conocidos más popularmente como Chatos y Moscas, conviviendo en algunos casos los dos modelos de aviones en el mismo campo de aviación. Formaban parte de algunas escuadrillas de caza de primera línea del Grupo 26 formada por Chatos y del Grupo 21 formada por Moscas.
Aeródromo de Santa Margarida i els Monjos
El aeródromo de Sabanell-Torrelavit
Se puso en marcha la primavera de 1938, fue característico por su función como zona de entrenamiento de los pilotos y estaba situado en las tierras agrícolas de Cal Nada o Cal Raspall, entre otros. La orientación del campo era noroeste / sureste, y tenía una longitud de unos 1.000 metros y una anchura de entre 200 metros (oeste) y 500 metros (este). La construcción del campo fue dirigida por personal del Arma de Aviación y realizada por personas de los municipios de alrededor: el Pla del Penedès, Torrelavit, y Sant Pere de Riudebitlles que cobraban un sueldo de 10 pesetas al día.
Se construyó un refugio grande con capacidad para 120 personas, cerca de Sabanell y de la caseta de mando, y unos 8 refugios elementales contra ametrallamiento en el perímetro del campo y para protección de los equipos de cada aparato.
En el campo de Sabanell había una escuadrilla de caza (entre 12 y 15 aviones Polikarpov I-15 Chato), siendo la escuadrilla que pasó más tiempo en el aeródromo de Sabanell la 1ª del Grupo 26, aunque también estuvo durante un breve tiempo la 2ª escuadrilla. En junio de 1938 el campo fue utilizado para entrenamiento de pilotos mientras las escuadrillas se encontraban en el frente de Levante.
Aeródromo de Sabanell
El aeródromo de Pacs-Vilobí
El campo de Pacs del Penedès (también llamado de Vilafranca) estaba situado entre los términos municipales de Pacs del Penedès y Vilobí del Penedès. Su construcción, realizada entre los meses de mayo y junio de 1938, fue de una única pista en forma rectangular, paralelo al camino entre los pueblos de Pacs y Vilobí, el núcleo de Vallformosa de Vilobí y con las montañas de Sant Pau y Sant Jaume.
En la masía de Can Mayol se construyó un gran refugio antiaéreo con capacidad para 120 personas, construido con cemento y ladrillo con bóveda de cañón, contaba con dos bocas de acceso donde se accedía a 3 habitaciones tras bajar 8 metros. En los alrededores de Can Mayol se situaron todos los elementos del parque móvil del aeródromo como los coches, los camiones de puesta en marcha, el camión cisterna, la ambulancia … y un espacio de alarma reutilizando la campana del iglesia parroquial de Sant Genís de Pacs.
La actividad de la aviación republicana a este aeródromo fue efectiva a partir del mes de agosto de 1938 hasta el mes de enero de 1939. Durante este tiempo hicieron estancia la 7ª escuadrilla del Grupo 21 de Moscas, que fue la que más tiempo estuvo ya que se constituyó en este campo. También se estacionaron la 4ª escuadrilla del Grupo 21 de Super Moscas y durante algunos periodos de tiempo concretos la 2ª y 3ª escuadrilla del Grupo 26 de Chatos.
El aeródromo de Pacs
El aeródromo de Santa Oliva
De los cuatro aeródromos, este fue el único que estaba emplazado en la comarca del Baix Penedès. Comenzó su actividad cuando aún se encontraba en fase de construcción en abril de 1938, con la llegada de dos unidades de Polikarpov I-15 Chato, que intervinieron en las ofensivas de Balaguer durante abril de 1938. En el mes siguiente, recibi algunas unidades Moscas que actuaron también en tierras leridanas.
A partir del 30 de julio, justo al inicio de la batalla del Ebro, el aeródromo funcionó casi siempre con dos escuadrillas de Moscas, entre ellas, la 3ª y 4ª escuadrillas, o la 6ª y la 1ª. Junto con el aeródromo de Valls fue la base de los aparatos de la Plana Mayor del Grupo 21, lo que produjo que a menudo el número de aparatos diseminados a lo largo del perímetro del aeródromo se acercara a los 30 aparatos.
Básicamente, el aeródromo disponía de dos pistas de más de 1.000 metros, una de ellas principal, situada en la parte inferior y otra en dirección sur – norte, aptas incluso para los aterrizajes de emergencia de los bombardeos Tupolev SB- 2 Katiuska cuando regresaban averiados del frente del Ebro.
El aeródromo de Santa Oliva contaba con varios elementos constructivos, como un refugio grande con capacidad para 180 personas situado frente al mando del campo en Cal Sereno, una caseta de mando o cantina por los oficiales de estado mayor de la escuadrilla o escuadrillas , una caseta para vigilancia del cuerpo de guardia ubicada en el acceso principal del campo, además de numerosos refugios elementales esparcidos por todo el perímetro del campo y de los que se conservan tres. Por otra parte, numerosos lugares y edificios fueron ocupados alrededor del campo, como Can Pau (mando del campo) y Cal Pau (residencia de soldados), el palacio de Sabartés (residencia de oficiales), Cal Moliner y Calafell ( como residencias de pilotos), además de antiguos edificios religiosos, como la iglesia de la Virgen del Remedio (taller) y la Vicaría de Santa Oliva (oficinas) o la iglesia de Sant Jaume dels Domenys (para la reparación y mantenimiento del material aéreo).
Aeródromo de Santa Oliva
Un elemento común en estos cuatro aeródromos era la existencia de un gran refugio y varios más pequeños diseminados por el perímetro del correspondiente campo para la protección de los equipos de cada aparato en caso de ataque aéreo. Y es que todos estos cuatro aeródromos también fueron atacados por la aviación franquista varias veces, sobre todo a finales de 1938 y en enero de 1939. Así por ejemplo, el 5 de noviembre de 1938 fueron atacados en una mañana los cuatro campos de aviación del Penedès por la Aviación Legionaria italiana; mientras que el día 12 de enero de 1939 serían atacados tres de los llamados campos (Monjes, Santa Oliva y Pacs), en este caso por la Legión Cóndor alemana. Estos aeródromos acabaron abandonados por los republicanos el día 15 de enero de 1939 ante la ofensiva franquista, después de haber tenido un más que digno papel en el transcurso de la defensa de los cielos catalanes.
ÍÑIGUEZ, David, El Vesper de la Gloriosa. L’Aviació Republicana. Llibres de Matrícula. Calafell. 2002. 238 páginas.