01 Mar Los bombardeos aéreos en el puerto de Roses
Entre los principales objetivos de las tres aviaciones que formaban la aviación del bando rebelde destacó sobre todo los ataques y bombardeos a los diferentes puertos catalanes, siendo sobre todo el puerto de Barcelona el más castigado a lo largo de toda la guerra, seguido por el de Tarragona. El objetivo de estos ataques era muy sencillo, intentar dejar fuera de servicio los puertos o al menos disminuir su utilidad, a fin de reducir los puntos de entrada de los buques mercantes que abastecían el bando republicano en todos los ámbitos. Durante estos bombardeos, también se aprovechaba si en ellos se encontraban barcos para intentar hundirlos, como serían los casos sobre todo de los bombardeos del puerto de Barcelona.
Los objetivos a bombardear por la aviación franquista sobre las instalaciones y el tráfico marítimo en los puertos tenía como misión precisamente el entorpecimiento del tráfico marítimo, la descarga de material y mermar la moral. A principios de 1938, destacaban como los puertos más importantes los de Roses, Barcelona y Tarragona, seguidos por el de Palamós, y los de Port de la Selva y Sant Feliu de Guíxols, con el objetivo por parte de la aviación rebelde sobre estos dos últimos por ejemplo la vigilancia y bombardeo si se observaba actividad en el puerto. Pero estos puertos no serían los únicos en ser atacados ya que por ejemplo los pequeños puertos de Vallcarca y Garraf también deberían sufrir diferentes bombardeos a lo largo del conflicto.
Dejando de lado los dos grandes puertos de Cataluña, el de Barcelona y el de Tarragona; los bombardeos sobre los puertos de Palamós, Sant Feliu de Guíxols, Roses y El Port de la Selva fueron muy importantes ya que tratarían además de colapsar los propios puertos, el intentar detener el intenso tráfico marítimo que estos cuatro puertos tenían con los puertos del sur de Francia.
Bombardeo del 6 de febrero de 1938 del puerto de Roses
Así por ejemplo, el puerto de Roses sufrió varios bombardeos, sobre todo durante el 1938, aunque la primera agresión aérea que sufrió la ciudad fue el 24 de agosto de 1937. Ya en 1938 durante el primer semestre del año, los aviones al servicio de los rebeldes visitaron la ciudad el 6 y 7 de febrero; el 7 de abril (muriendo a consecuencia de este bombardeo el primer auxiliar de máquinas del guardacostas V-16 de la Flotilla de Vigilancia y Defensa Antisubmarina de Cataluña) y el 5 y el 29 de mayo. En este último día Roses fue bombardeada dos veces, a las 08:15 y a las 10:40 horas. Durante el segundo de estos ataques los aviones rebeldes tiraron sus bombas sobre el puerto, cayendo un total de 14 bombas en la base de los Servicios Marítimos que quedó destrozada, además de provocar un muerto y dos heridos, todos marineros de otras bases.
Bombardeo del 29 de mayo de 1938
El 17 de agosto los aviones italianos volvieron a la ciudad y lanzaron un total de 100 bombas, 50 explosivas y 50 incendiarias, todas en el casco urbano, provocando la destrucción de trece casas y la muerte de cuatro personas. Pocos días después, el día 23 del mismo mes, cuatro S-79 a las 11:00 horas lanzaron 20 bombas explosivas y otras 20 incendiarias de 50 kg en la zona portuaria, sin ocasionar grandes desperfectos. Los aparatos intentarían también bombardear algunas barcas pesqueras, pero sin alcanzarlas y aunque estallaron muchas bombas en el agua, estas ocasionaron tres heridos.
Bombardeos del 23 de mayo de 1938
Los ataques en el puerto continuaron durante estos últimos días de agosto y primeros de septiembre y sólo dos días después del último ataque, el 25 de agosto a las 09:18 horas cinco aparatos lanzaron unas 75 bombas entre explosivas e incendiarias en la zona del puerto, aunque sin ocasionar víctimas. Por su parte el día 1 de septiembre a las 23:15 horas, un solo hidroavión lanzó 30 bombas explosivas en el puerto y en la montaña, sin provocar víctimas ni daños.
Pocos días después, el 05 de septiembre a las 12:12 horas, cuatro aparatos italianos procedentes del sur y con rumbo norte, a una altura de 4.900 metros, lanzaron 50 bombas de 100 kg sobre el muelle del puerto y la población, destruyendo cuatro edificios y ocasionando desperfectos en otros cinco más, provocando un muerto. El último bombardeo aéreo realizado sobre Roses de aquel año fue protagonizado por aviones italianos el día 26 de noviembre a las 09:30 horas aunque no tendría muchas consecuencias al caer todas las bombas sobre la montaña.
Bombardeo del 26 de noviembre de 1938
Los ataques aéreos continuaron en cambio a partir de 1939, en concreto al final de la ofensiva de Cataluña protagonizada por el bando rebelde, y el 27 de enero de 1939 de nuevo sería bombardeada la población (en este caso dos veces, a las 09: 15 horas y a las 10:45 horas), al igual que los días 6, 7 y 8 de febrero, teniendo como objetivo acabar con las pocas unidades navales que se encontraban en ese puerto.