01 May La sublevación del Regimiento de Artillería Ligera número 8 de Mataró
En Mataró, la capital del Maresme se encontraba el Regimiento de Artillería Ligera nº8 dotado con las piezas de campaña más modernas que disponía el Ejército español, los obuses Vickers de 105/22 mm, modelo 1922; con tres grupos de 4 baterías de 4 piezas, de las que sólo dos tenían completa su dotación de soldados, en tanto que la tercera disponía de su material pero sin la dotación humana. Según Salas Larrazabal tenía una batería destacada en Ibiza, lo que parece poco probable a menos que estuviera sin material. La plantilla seguramente era muy reducida, posiblemente con menos de 300 hombres.
Militares del Regimiento de Artillería Ligera número 8 de Mataró durante los años 30
Con el inicio del conflicto, en la capital catalana, casi todos los jefes militares apoyaron la sublevación y la madrugada del día 19 de julio se sumaron al golpe de estado, iniciándose así los enfrentamientos armados con los partidarios de las fuerzas de izquierdas y sindicatos. Incluso el general Goded llegó a la Aeronáutica Naval de Barcelona procedente de Mallorca para ponerse al frente de la sublevación en Barcelona. Pero las fuerzas de izquierdas, junto con la importante ayuda de la Guardia de Asalto y de la Guardia Civil, y después de intensos combates en muchos lugares de Barcelona, sofocaron la rebelión, materializada sobre todo cuando el general Goded anunció la rendición.
Imagen de la Plaza de Cataluña tras los combates del 19 de julio de 1936
En Mataró, sede del Regimiento de Artillería, la noticia de la sublevación llegó a través de la radio el mismo día 18 de julio de 1936, pero con informaciones confusas al no saber realmente que es lo que pasaba en Barcelona. Por la noche, el coronel jefe del Regimiento, Julio Dufoo, se entrevistó con el alcalde de la ciudad, Salvador Cruxent (ERC), al que le expresó la fidelidad de los militares al gobierno legítimo de la República.
En cambio, a primera hora de la mañana del día 19, a las 08:00 horas, los militares faltaron a su palabra dada la noche anterior al alcalde y tomaron la ciudad bajo las órdenes del comandante del 1er Grupo Francisco Álvarez Buhilla. Los militares tomaron el control del ayuntamiento, las comunicaciones y las sedes de los partidos de izquierdas, declarando además el estado de guerra en la ciudad. Además patrullaron por las calles céntricas de la población, desarmaron a la guardia municipal y a los Mossos d’Esquadra, mientras que la población civil abucheaba a los militares con el objetivo de mermar la moral. Por su parte, la Guardia Civil local había ido a Barcelona a media mañana. Hay que decir que este Regimiento, aunque se encontraba a tan sólo 30 km de Barcelona, no se contó con él para el levantamiento militar, siendo bastante débiles sus conexiones con los jefes de la sublevación. Sin embargo, parece ser que se empezó a preparar una batería para ir a Barcelona en ayuda de los militares rebeldes.
Pero finalmente la rendición del general Goded en Barcelona esa misma tarde, hizo que los militares de Mataró renunciaran a la sublevación militar, y a las 03:00 horas se entregaron a fuerzas de Carabineros venidas desde Arenys e Mar a petición del alcalde de Mataró, reteniendo así a los militares en el cuartel.
Al día siguiente, los oficiales fueron enviados al barco prisión Uruguay en el puerto de Barcelona, donde estuvieron hasta que fueron juzgados; mientras que los soldados fueron licenciados y el Regimiento disuelto. Respecto a los cañones, este material tan moderno se fue hacia el frente de Aragón en cuanto el capitán de Artillería Eduardo Medrano se hizo cargo de ellos el 23 de julio, (el mismo día que salieron los primeros milicianos de Mataró), utilizándolos en los combates de Siétamo, entre otros lugares.
Los cañones del Regimiento de Artillería Ligera nº8 de Mataró en el frente de Huesca
Situación de los oficiales del Regimento de Artillería Ligera nº8 de Mataró ante la sublevación militar
Número de oficiales | Graduación militar | Bando |
1 | Coronel | Sublevado |
3 | Comandantes | Sublevado |
9 | Capitanes | 8 sublevados / 1 leal |
15 | Tenientes | 11 sublevados / 4 leales |
5 | Alferez | 3 sublevados / 2 leales |
1 | Capitán Médico | Leal |
1 | Veterinario | Sublevado |
1 coronel (sublevado y fusilado).
3 comandantes (3 sublevados, 2 fusilados).
9 capitanes (8 sublevados, 1 leal).
15 tenientes (11 sublevados, 4 leales).
5 alferez, (3 sublevados 2 leales)
1 capitán médico (leal).
1 veterinario 1ª clase (sublevado).
Total: 35 oficiales, 27 sublevados y 8 leales.
Sus jefes y oficiales eran los siguientes:
Coronel Julio Dufoo Borrego. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Teniente coronel. Vacante.
Comandante Mayor. Luís Caubot Rubio. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Comandante Jefe del 1er Grupo. Francisco Álvarez Buill Pérez. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Comandante Jefe del 2º Grupo Carlos Sánchez García. En la cárcel durante toda la guerra. Sublevado.
Capitán José Lubelza Vallés. Figura en el escalafón de julio de 1936 pero no en las listas de Carlos Engel. Enlace con en los conspiradores de Barcelona. Sublevado.
Capitán Jaime Roselló Orfila. Leal.
Capitán Fernando López-Villadecabo Espinosa. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Capitán Felipe Sesma Bengoechea. En la cárcel durante toda la guerra. Sublevado.
Capitán Ignacio Baeza Torrecilla. Se encontraba en Madrid en comisión de servicio. Se refugió en la embajada de Chile donde estuvo durante toda la guerra. Sublevado.
Capitán Santiago Herrero Mendez. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Capitán Luís Rodríguez Almeida. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Capitán José Ribera Cebrián. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Capitán Ramón Quirant Arrieta. Se pasó a la zona rebelde. Sublevado.
Teniente Emilio Arroyo González. Sublevado.
Teniente José Echevarría Román. En la cárcel durante toda la guerra. Sublevado.
Teniente José Sobrino Marra-López. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Teniente José Carcelle Radón. Combatió en Aragón. Comandó un grupo de 105 mm de la 30ª División durante el ataque a Huesca de junio de 1937. Murió en la Batalla de Brunete. Leal.
Teniente Ramón Trepat Andreu. Se pasó a la zona rebelde. Sublevado.
Teniente Fernando Poblaciones García. En la cárcel durante toda la guerra. Sublevado.
Teniente José Egido Martín. Se pasó a la zona rebelde. Sublevado.
Teniente Luís Zabaleta Campos. Leal.
Teniente Julián Buj Gonzalvo. Se pasó a la zona rebelde. Sublevado.
Teniente Feliciano Robles Humayor. Leal.
Teniente Abundio Ayestarán Domzain (Alejandro Ayestarán Damalzan en el escalafón de julio de 1936). Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Teniente Eutinio Rodríguez Espinosa. En la cárcel durante toda la guerra. Sublevado.
Teniente Raimundo Romero Fernandez. Leal.
Teniente Luís Renedo Munguía. Se pasó a la zona rebelde. Sublevado.
Teniente Francisco González Castillo. Se pasó a la zona rebelde. Sublevado.
Alferez Pedro Sánchez Martínez. Leal.
Alferez José Ruiz Gallo. Fusilado por los republicanos. Sublevado.
Alferez José Ibáñez Aguilar. Leal.
Alferez Pedro Orellana Jiménez. En la cárcel durante toda la guerra. Sublevado.
Alferez José Herruzzo García. En la cárcel durante toda la guerra. Sublevado.
Capitán Médico Eduardo Sánchez Borja. Leal.
Veterinario 1ª Antonio Sierra Bennasar. Se pasó a la zona rebelde. Sublevado.