01 Mar La Batería de Costa de Caldetes (Barcelona)
La batería de costa conocida como de Caldetes, en realidad se encontraba situada en el término municipal de Arenys de Mar, aunque siempre ha habido cierta polémica con esto, así que aquí la denominaremos como batería de costa de Caldes d’Estrac- Arenys de Mar.
Según un croquis del emplazamiento de la batería, las piezas estaban orientadas en forma de rombo, estando la 1ª pieza más alejada de la costa, a una distancia de 36’50 metros de la 2ª y a 27’50 metros de la tercera pieza. Estas dos por su parte distaban 32’50 metros y 31 metros respectivamente con la 4ª pieza y entre la 2ª y la 3ª pieza había una distancia de 34 metros. La 4ª pieza estaba situada a unos 500 metros aproximadamente de la carretera de Francia. Cada pieza estaba comunicada por una trinchera (menos la 2ª y la 3ª) teniendo cada una de estas sus respectivos emplazamientos para recambio de municiones[1].
Plano de la batería de costa de Caldetes
Una fuente importante de información sobre la batería se encuentra en los diversos informes realizados por los agentes rebeldes y evadidos al bando sublevado. Así por ejemplo, en base de una información de un agente rebelde con fecha 21 de diciembre de 1937, se decía que por medio de una información facilitada por un fugitivo de la zona republicana se podía precisar que la batería de costa emplazada en la Torre dels Encantats de Caldetes estaba armada con piezas de 75 mm[2]. En cambio, el 4 de enero de 1938 otro agente al servicio de los sublevados informaba que hacía unos meses que se habían efectuado obras para la instalación de una batería en las inmediaciones de esta población, pero no podía precisar si habían sido instaladas las piezas, aunque por informaciones anteriores ya se sabía que las piezas eran de 75 mm[3].
En cambio, un informe de otro agente franquista con fecha 20 de septiembre de 1937, explicaba de una manera más completa como estaba realizada y compuesta la batería de Caldes de Estrac[4]. Según la nota del agente, esta batería estaba constituida por 4 cañones de Bronce de 90 mm de finales del siglo XIX y se encontraban emplazados en la parte superior de la ladera de la montaña, donde en su cima se encontraba la llamada Torre dels Encantats, que estaba situada a la izquierda de la carretera general de Francia y entre el pueblo de Caldetes y el balneario Hotel Titus. Las explanadas de las piezas eran circulares de 5 metros de diámetro y su solera de tierra estaba a unos 0’70 metros por debajo del nivel del terreno, de modo que tenía forma de pozo. La mitad de las mismas, las del lado mar, estaba descubierta; mientras que la otra mitad estaba cubierta por una solera de vueltas con viguetas que se apoyaban por un lado en un muro adosado al terreno, y por el otro en una jácena, que a su vez se apoyaba en unos pilares levantados sobre el parapeto en los extremos de 1 metro de diámetro, paralelo a la línea de la costa.
Los recambios de esta batería, uno por cada pieza, estaban enclavados en galería en el interior de la montaña y su acceso tenía lugar directamente desde las mismas explanadas. En cada recambio había dos departamentos, uno para cargas y otro para proyectiles, debiendo ir revestidos totalmente de madera los primeros y con solo un entarimado los segundos, siendo su longitud de 1’50 metros y de 1 metro de anchura. En la Torre dels Encantats, estaba establecido el observatorio y el puesto de mando, habilitándose el resto de la torre para comedor, cocina, enfermería, botiquín, etc…, existiendo además un barracón para alojamiento del personal.
Croquis de un agente rebelde sobre la batería de Caldetes
Sobre la dotación de la batería, existe un informe de un artillero apedillado Galindo de la CNT y fechado el 6 de septiembre de 1937, que da buena cuenta de ella[5]. En dicho informe se decía que la batería se hallaba emplazada entre los pueblos de la comarca del Maresme de Caldes d’Estrac i Arenys de Mar, en un lugar conocido como La Torre dels Encantats. La batería contaba con tres cañones marca Krupp de 90 mm construidos el año 1856, tratándose pues de piezas antiguas; es decir, imperfectas en cuanto a puntería y alcance y rapidez de tiro.
Respecto a la dotación, se decía que estaba formada por 35 artilleros, 11 cabos, 2 sargentos, 1 brigada, 3 alféreces (practicantes), 3 tenientes y 1 comisario político. Sobre el teniente jefe éste era Antonio Carola Ysern. El autor del informe decía que no había podido indagar a que organización política pertenecía, aunque daba unos datos muy específicos sobre su persona. Así por ejemplo decía que era un militar que cuando se produjo la sublevación militar, se encontraba retirado, dedicándose a enseñar la instrucción en Girona a los soldados de cuota. Fue llamado por el Gobierno, presentándose en el Cuartel Salvochea, donde salió de allí para Aragón con una batería; y más tarde fue destinado a Costas. Cuando el declarante llegó a la batería, ésta se hallaba en periodo de organización, estando como responsable dicho teniente. Al principio era muy amable con todos, no usaba galones y parecía un soldado más, hallándose entre todos, comiendo y bebiendo con el resto de soldados y contando a menudo cosas del frente. En cambio, después de los Hechos de Mayo, cambió su actitud, imponiendo su autoridad, siendo muy altanero y mostrándose agresivo según con quien. Desde entonces también, se pasaba lista tres veces al día, no durmiendo ni comiendo con el resto de soldados. Finalizaban las informaciones de él diciendo que su prensa favorita eran Treball y La Vanguardia.
Otro teniente era Josep Salvia, maestro de escuela en Bellvís (Lleida) y perteneciente a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (F.E.T.E.). Ingresó en la Escuela de Guerra y salió con la graduación de teniente. Se añadía que pertenecía al P.S.U.C., propagando siempre que podía sus consignas y lector asiduo de Treball; aunque no era tan agresivo como el anterior teniente, pero si bastante arbitrario.
El tercer teniente de la batería era Antonio Piqué Berguedà. Se trataba de un hombre muy educado y sobre todo muy hábil, tal y como se decía en el informe, añadiendo que no leía ninguna prensa en presencia del resto, y solamente se había permitido algún elogio a la Generalitat. Estaba empleado en calidad de escribente en la Generalitat, suponiendo por el autor del informe que pertenecería a Esquerra Republicana de Catalunya. Este teniente era el que gozaba de mayores simpatías entre el personal, por ser el más educado, hábil e inteligente; aunque su trato había cambiado en los últimos meses con los artilleros.
Información de situación sobre la batería de costa de Caldetes
Sobre los alferéces, se decía que Joaquin Montaner, alférez practicante no tenía criterio fijo, era del último que le hablaba, aunque no le gustaba juntarse con los superiores. Por conveniencia pertenecía al P.S.U.C. El otro alférez, Manuel Carreras, se presentó voluntario en el Cuartel Salvochea partiendo con la columna que desembarcó en Mallorca. A su regreso, fue destinado a la batería de costa de Castelldefels y posteriormente a ésta batería. Según el informante, decía que dicho alférez simpatizaba con la CNT pero se hallaba afiliado al P.S.U.C. debido según él a que no cobraba. De hecho decía que una de las veces fue a reclamar el sueldo a Sanidad, donde le dijeron que si quería tener la graduación que le correspondía y tener la paga de tal, debía dejar su nombre y volver al cabo de dos días. Cuando volvió le dieron el carnet del P.S.U.C., y al preguntar le dijeron que ya tenía lo que quería y que no se preocupara de nada. Del único brigada que había en la dotación de la batería la información sobre él no era muy buena. Se llamaba Rafael Bartolony y siendo soldado de cuota, estudió y llegó a brigada de complemento, llegando con esta graduación a la batería. Pertenecía a Estat Català y según decía el autor del informe, era tan malo como cobarde, pues cuando se divisaba el Canarias o algún avión rebelde perdía el sentido. Un detalle a tener en cuenta, y más en esas fechas, era que en un libro suyo se le había encontrado pegada en la cubierta una estampa de la Virgen. Respecto a la tropa, el informe decía que los sargentos eran muy tratables e incluso se podían contar con ellos en un momento determinado; más incluso por eso con los cabos. Entre los artilleros sin embargo, la CNT gozaba de generales simpatías, aunque había que remarcar que había dos afiliados a las Juventudes Socialistas y algún otro a la UGT; siendo por eso la prensa que se leía con más asiduidad y era la preferida la Solidaridad Obrera. Finalizaba dicho informe diciendo que dentro de la batería se contaba con fuerza suficiente para que los partidarios de la CNT se hiciera con ella si hiciera falta en algún momento, existiendo un grupo de 7 miembros de esta organización, pero pudiendo ser éstos más numerosos en el momento preciso.
En lo que a piezas se refiere, la batería de Caldes d’Estrac-Arenys de Mar estuvo formada en primer lugar por cuatro cañones de 75 mm Schneider, que fueron reemplazados posteriormente a finales de 1937 por tres cañones de Bronce de 90 mm, formando la 3ª Batería del 2º Grupo Móvil; y siendo su delegado Feliciano Treviño. A principios de 1938 pasó a denominarse 6ª Batería y abandonó su emplazamiento el 12 de marzo de 1938 para integrarse en la Agrupación del mayor José Fernández Cañete para dirigirse al frente de Aragón.
[1] AGMAV, C.1159, Cp.9, D.3 /1.
[2] AGMAV, C.2257, Cp.6, D.1 /132.
[3] AGMAV, C.2257, Cp.6, D.1 /141.
[4] AGMAV, C.2257, Cp.6, D.1 /80-81.
[5] Fundación Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo. (FELAL). Rollo 99.