Refugio Antiaéreo del Jardín de la Infancia de Girona

Refugio Antiaéreo del Jardín de la Infancia de Girona

La construcción de los refugios antiaéreos como es bien sabido, fue la respuesta pasiva ante los ataques y bombardeos aéreos con el claro objetivo de proteger a la población. La defensa pasiva de Girona se fue perfilando a lo largo de los tres años de guerra, especialmente con la construcción de refugios antiaéreos o improvisando espacios con el mismo objetivo. La Junta de Defensa Pasiva de Girona fue constituida de manera oficial en noviembre de 1937 e inmediatamente se comenzaron a proyectar diferentes refugios antiaéreos colectivos, que comenzaron a construirse a partir del primer trimestre de 1938. Para ello, se contó con la ayuda económica aportada por la Generalitat de Catalunya a través de la Junta de Defensa Pasiva de Catalunya de 500.000 pesetas, así como con un Presupuesto Extraordinario de 750.000 pesetas que el Ayuntamiento de Girona preveía ingresar a través de arbitrios especiales (tasas fijas sobre industrias, impuestos sobre sueldos y sellos sobre consumiciones).

Esquema de un refugio antiaéreo colectivo celular

Dibujo: Núria Vancells

 

Uno de los refugios construidos y que es el único que se conserva actualmente es el Refugio del Jardín de la Infancia. Daba protección a más de 600 personas y se empezó a construir en febrero de 1938, de tipo celular y de forma vagamente ovalada. Fue proyectado por el entonces arquitecto municipal Ricard Giralt Casadesús y ocupa bajo tierra casi el mismo espacio físico que el jardín de la superficie.

Tal y como se describe en la página web del Ayuntamiento de Girona, en total suma 584,67 m² construidos, de los que 357,86 m² eran útiles (pasillo y escaleras incluidos). Consta de dos entradas, una en cada extremo (actualmente sólo es accesible por la norte) conectadas a través de un largo (39,07 metros) y ancho (1,30 metros) pasillo, que a su vez sirve como nexo de comunicación de las diez distintas dependencias de su interior, las cuales, a través de puertas abiertas en los gruesos muros, también están comunicadas entre sí. Las paredes se construyeron de cemento armado, así como la capa de protección sobre la bóveda catalana.

Disponía de luces eléctricas y pese a que bajo las escaleras de acceso se habilitaron unos espacios destinados a lavabos y botiquín, éstos nunca se materializaron y tampoco disponía de agua corriente. Era un sitio frío y extremadamente húmedo por las múltiples filtraciones con la lluvia. Algunos testigos apuntan a la existencia de algunos sencillos bancos de madera de tres listones sin respaldo.

El Museo de Historia de Girona organiza visitas guiadas al refugio antiaéreo del Jardín de la Infancia que incluye la experiencia de un simulacro de ataque aéreo. Para inscribirse, se puede enviar un correo electrónico a museuhistoria@ajgirona.cat o bien llamando al 972 222 229. El precio incluye la entrada gratuita al Museo de Història de Girona.

Enlace:

https://web2.girona.cat/museuhistoria/esp/agenda_fitxa.php?id=29650&ta=age&fbclid=IwY2xjawJ7ICBleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBJTmdxdVhXSnBrSlh5eFY4AR5Ar3PDWnF4YPtkTYO2pmQDaH3DzL5Kucch7ISV6Q9wRHhQlm3eZu4GfVQOFg_aem_nAz1ooyV_XJOZCXynAoE_w

 

Diversas imágenes del refugio antiaéreo del Jardín de la Infancia de Girona

GRIEGC y Museu d’Historia de Girona