01 Ago Los nidos de ametralladoras del litoral de Salou
En toda la costa catalana fueron muchas las posiciones defensivas que se construyeron para protegerla ante cualquier incursión de tropas franquistas, basándose ésta sobretodo en la construcción de nidos de ametralladoras y trincheras en todo aquel territorio susceptible de sufrir un desembarco franquista. El hecho determinante que inició esta tarea de fortificación fue el bombardeo realizado por el crucero Canarias en Roses el 30 de octubre de 1936, aunque antes de esa fecha ya se había empezado a estudiar la defensa del litoral. Para su realización se destinaron hombres y material en abundancia, sobre todo durante el primer semestre de 1937 que fue el período de mayor actividad en cuanto a la construcción de posiciones defensivas en toda la costa, llegando a su mayor actividad hacia los meses de febrero y marzo de 1937. Se intentaba con estas construcciones no dejar de lado cualquier lugar susceptible de sufrir un desembarco invirtiendo muchos recursos en esta tarea e interviniendo en muchos casos los propios vecinos de las poblaciones costeras en la construcción de estos tipos de elementos defensivos.
Normalmente, las posiciones defensivas que se realizaron en la costa catalana fueron obras menores fuertemente blindadas y situadas en la misma línea de la playa o hasta unos 500 metros en el interior de esta, consistiendo en una primera línea de defensa y resistencia con el objetivo de detener un hipotético desembarco. Estas posiciones debían estar protegidas contra el fuego naval y la aviación enemiga, protegiendo al sirviente de un arma automática (ametralladora o fusil ametrallador), con aspilleras por donde poder vigilar o disparar. En un primer momento, existieron sobre todo posiciones defensivas más rudimentarias como trincheras o nidos de ametralladoras realizados con sacos y rollizos aunque normalmente fueron construidas de mampostería, de ladrillo, de cemento o de hormigón armado.
Salou contó con diferentes posiciones defensivas construidas en su costa y con la misión de defender el litoral en caso sobre todo de cualquier hipotético desembarco de tropas franquistas.
Así por ejemplo, se construyó un nido ametrallador con atrincheramiento sobre roca viva en el lugar costero denominado Punta del Caballo situado a unos 4 km del centro de Salou. Éste se encontraba construido de hormigón armado mientras que su interior estaba cubierto de ladrillos, con vigas de hierro que cubrían el techo, y contaba con tres aspilleras orientadas hacia el mar en dirección suroeste, una frontal y dos laterales.
Posición de Punta del Caballo
Archivo General Militar de ÁvilaImagen actual del nido de Punta del Caballo
En el lugar denominado Llatzaret y a 1 km del anterior nido ametrallador se encontraba un doble nido de ametralladoras a roca viva, construido con ladrillos y de forma circular siendo sus galerías de hormigón. Cada nido tenía tres aspilleras: una frontal y dos laterales, orientadas las del primer nido en dirección suroeste y las del segundo al sureste. Su entrada era por una puerta de 1,75 metros de alto por 0,80 metros de ancho, con unos escalones de bajada que daban a unos espacios cuadrados utilizados para recambio de municiones.
A tan sólo unos 800 metros de esta última posición y a 1 km del pueblo de Salou y de la estación férrea, se encontraba otro doble nido ametrallador, situado en el lugar denominado Llatzaret y a una profundidad en roca viva de 5 metros. Su entrada se verificaba por una boca de 2 metros de alto y 1 metro de ancho que comunicaba con los dos nidos. Estas dos obras estaban emplazadas en la roca y revestidas interiormente con ladrillos aunque el frente de la obra tenía un revestimiento de mampostería hormigonada, siendo su cúpula saliente de hormigón armado. Los dos nidos eran de planta circular pero existían diferencias en cuanto a sus aspilleras ya que uno de ellos tenía una aspillera frontal y dos laterales mientras que el otro sólo tenía dos aspilleras laterales.
Por otro lado, en el muelle de Salou existían hasta tres nidos de ametralladoras, contando cada uno de ellos con dos aspilleras, una frontal y otra lateral, con sus puntos de mira orientados hacia el mar y en dirección suroeste. El primero de estos era un nido ametrallador situado en el mismo muelle y a unos 500 metros de la estación férrea. Se encontraba camuflado en forma de caseta de planta rectangular, siendo su construcción de hormigón revestido de ladrillo y sostenido por vigas de hierro. Su entrada era por una puerta de madera de 1,20 metros de altura por 70 cm de ancho, y cruzaba fuegos con los otros nidos más inmediatos a él. El segundo de los nidos era un nido doble situado a tan sólo 40 metros de éste, construido de hormigón y cemento armado, con dos puertas que se comunicaban en su interior y disponía de un recambio de municiones realizado con ladrillo. Este nido además de cruzar fuegos con el anterior mencionado antes también lo hacía con el doble nido de ametralladoras de Llatzaret y el nido ametrallador de Mas d’en Gran, que era el que cerraba las fortificaciones de Salou. Pero antes de este último nido todavía existía otro nido ametrallador ubicado en el muelle de Salou, situado a unos 100 metros del anterior y a unos 40 metros de la estación férrea, ubicado en el interior de una casa. Su construcción era de hormigón, de forma rectangular, estando revestido su interior con ladrillo.
Por último, se encontraba el nido mencionado antes de Mas d’en Gran, situado a 1 km de Salou y de la estación férrea, construido de cemento armado y hormigón y revestido de una capa de ladrillos con cemento. Su planta tenía forma rectangular, con testeros semicirculares y contaba con tres aspilleras: una frontal y dos laterales.