01 Mar Organización de las unidades de tanques republicanos
Según un informe de procedencia alemana, podemos aventurarnos a saber un poco más sobre la organización de las unidades blindadas republicanas, y más en concreto sobre sus tanques y organización de los mismos.
El informe, fechado en febrero de 1938, se inicia diciendo que desde la Batalla de Brunete a mediados de julio de 1937, hasta finales de noviembre, los republicanos pudieron contar con tiempo suficiente para reorganizar sus secciones de tanques substituyendo los inservibles por otros nuevos, además de instruir al personal necesario.
Según las últimas noticias que habían recibido, se aseguraba que el periodo de pausa había sido bien aprovechado de modo que, la especialidad de tanques estaba en el territorio republicano no solo bien organizada, sino numéricamente muy fuerte, ya que contaban con 250 unidades ligeras y 50 pesadas, haciendo un total de 300 tanques. A pesar de que en este número podían estar comprendidos tanques que tenían necesidad de ser reparados, resultaba evidente el aumento considerable del número de tanques que poseían los republicanos en relación con los que tenían a finales de julio, cuyo número se había evaluado entonces en unos 180.
Si se tenía en cuenta los 80 tanques y los 50 carros blindados perdidos por los republicanos en el periodo comprendido entre julio y diciembre e incluyendo en ellos el número de los perdidos en Asturias, se podía deducir que para reunir el número de 300 tanques antes mencionado, les habían debido ser suministrados 250 tanques nuevos. Este resultado que puede parecer exagerado había sido confirmado por informaciones seguras, tal y como se indicaba en el informe. Sin embargo, en éste número no habían sido incluidos los carros blindados cuyo número era muy difícil de determinar.
El número de tanques de que disponían, así como de aquellos que les habían sido suministrados en las últimas fechas, había sido determinado basándose en las declaraciones de los prisioneros y de las comunicaciones del Servicio de Información.
Además, el desarrollo de las otras especialidades motorizadas del Ejército Republicano, por ejemplo la aviación, así como la demostración práctica dada por el empleo sobre los frentes de Aragón a mediados de octubre, y en el de Teruel a mediados de diciembre por parte de los republicanos, de 50 tanques en cada acción servían de confirmación a la veracidad de las informaciones recibidas.
Y si además se citaba el hecho de que en el combate del 13 de octubre de Fuentes de Ebro (Zaragoza), los republicanos emplearon 50 tanques perdiendo 19, a pesar de lo cual el 16, o sea solo tres días después, atacaron por aquel mismo frente con 55 tanques.
Los 300 tanques existentes estaban divididos en batallones de cerca de 50 unidades cada uno situados en los distintos frentes, además de los que se encontraban en el centro de instrucción de Archena (Murcia).
Los batallones estaban divididos de la siguiente forma:
- Dos Batallones en el Frente de Aragón, unos al Norte y otro al Sur del Ebro.
- Un Batallón en el Frente de Guadalajara, que fue trasladado para el ataque de Teruel a las cercanías de dicha ciudad.
- Un Batallón en el Frente de Madrid.
- Un Batallón en el Frente Sur.
- El resto, unos 50 tanques, debían de estar en Archena en reparación.
Según últimas noticias, en esos últimos días se había organizado en Puçol, al sur de Sagunto, una nueva brigada de tanques.
Organización de la sección de tanques
A pesar de lo detallado de la información, el servicio de espionaje franquista no había podido establecer la existencia de un Mando general de la sección de tanques.
Los tanques estaban divididos en 5 batallones, de los cuales 4 eran ligeros y 1 de tanques pesados. Teóricamente, cada pelotón constaba de 5 tanques, cada compañía de 15, además de 1 tanque para cada Oficial Comandante de una Compañía. Por su parte, un Batallón debía tener un total de 48 tanques.
En la práctica variaba según las diferentes acciones el número de tanques asignados a cada unidad de infantería. Por ejemplo, fuero asignados 5 tanques a cada una de las Brigadas Mixtas 120, 121 y 150; mientras que a la División Líster durante el ataque del frente aragonés le fue asignada 50 tanques.
Últimamente, las unidades de tanques debían estar dotadas de estaciones de radio especiales.
Empleo
La dotación numérica de carros de combate por unidad estaba relacionada directamente con la importancia y características de la acción en que iban a ser empleadas. Durante el periodo de agosto a diciembre de 1937, las acciones ejercidas por los republicanos sobre todo los frentes a excepción del frente de Aragón fueron siempre de poca importancia, y el número de tanques utilizados fue siempre pequeño.
La táctica empleada fue siempre la misma tanto en las acciones grandes como en las pequeñas: los carros fueron empleados exclusivamente como ayuda a la infantería.
Tipo de los tanques
Con frecuencia eran recibidas informaciones que alegaban la existencia entre los republicanos de tipos de tanques que no se habían utilizado hasta entonces; pero sin embargo, estas informaciones no eran verificadas.
Probablemente y según el informe, de los últimos 250 tanques que habían sido suministrados a los republicanos, no existían tipos desconocidos, por lo tanto se podía deducir que los republicanos solo disponían de tanques Renault, Vickers, T-26, T-27, Christie y los del tipo BT. (Es bien sabido que los republicanos no contaron ni con tanques Vickers ni Christie, como cita el informe).
En el Frente Norte los republicanos emplearon tanques de fabricación española (Fábrica de Trubia), armados de una sola ametralladora de calibre 7,7 mm; tanques de poco valor tanto en lo que se refiere a la coraza como al movimiento. Los carros ligeros estaban provistos de motores de 8 cilindros y los pesados de motores de 12 cilindros.
Personal
Como el personal extranjero no bastaba para las nuevas organizaciones de las secciones de tanques, los republicanos se vieron obligados a reforzar el personal dedicado a la sección de tanques con nuevos jóvenes reclutas que tuvieron que ser instruidos superficialmente, hasta el punto de que según un testimonio, el periodo de instrucción solo duraba dos semanas y estaba limitado a aprender el manejo del tanque.
Este hecho aunque verdadero, no debía ser generalizado, ya que solo se refería a los reclutas españoles que por lo general, no ocupaban en el tanque más que el puesto de sirvientes del cañón o ametralladora, En lo que se refería al empleo de los rusos, y esto no solo se refería a la sección de tanques sino también a las demás especialidades, había ocurrido que este personal había sido sustituido gradualmente por los españoles sobre todo en los puestos desempeñados por individuos de tropa. Por lo demás, quedaban aun algunos oficiales. El personal de tanques extranjero era por lo general, según el informe, era checoslovaco, polaco, serbio, búlgaro y alguno que otro de otra nacionalidad. El personal de tanques ruso era por lo general empleado como instructor en Archena y difícilmente, o en circunstancias difíciles eran enviados al frente.
No existían unidades de tanques exclusivamente rusas.
Impresión general
En el campo de batalla español no obstante la activa colaboración con la infantería y otras armas, los antiguos tanques rusos habían actuado en diversas batallas como factor determinante. Sin embargo, se debía hacer notar que carecían de todo factor favorable al ataque, y por lo demás, se carecía de defensas reales contra tanques tales como barricadas, minas, fosas, etc.
Se podía pensar y deducir lógicamente que en el caso de hacer funcionar bien la defensa antitanque como en el caso del 13 de octubre en Fuentes de Ebro en el que perdieron 19 tanques, las pérdidas de material ruso hubiesen sido francamente superiores. Las dos terceras partes de los carros caídos en nuestras manos fueron puestos fuera de combate delante de nuestras líneas debido solo a deficiencias técnicas bien sea de la conducción o bien del estado del material.
(Todas las imágenes proceden de la Biblioteca Nacional de España)